Antes recordaba el recorrido entre los coches, en Boston, cómo te acercabas midiendo la sonrisa, era capaz de revivir el momento exacto en que mirabas al suelo, tenía el libreto con el ruido de las voces, los pitidos, el murmullo de los bares. Podía coger todas esas imágenes y notas musicales y construir una memoria detallada. Antes podía pronunciar tu nombre, rasgaba la primera letra y la tercera para que sonara como a ti te gusta. Antes podía eludir el gusto del alcohol en la boca, paladeando la palabra vodka y alumbrando los recuerdos en lenguaje de caos, luces, temblores. Me armaba los brazos con madera y corría furioso pisando los tejados. Entonces la primera y la segunda letra se hundían en el cielo en medio de un gran salto. Entonces planeaba sobre océanos como un mensaje único, esquivando la antorcha antes de encontrarte. Quizá soñara entonces que llegaba hasta ti. Pero eso era siempre antes de buscarte.