[007]

Steve Jobs

[008]

Ron Arad

[009]

Blek Le Rat

[010]

Chris Bangle

[011]

David Copperfield

[012]

Samuel Beckett

[013]

Karim Rashid

[014]

Lille 2004

[015]

Jenson Button

[016]

Ernst Junger

[017]

Rineke Dijkstra

[018]

Kao San Road

[019]

Marc Newson

Puede ver el futuro con sus gafas Mikli, telescópicas, o trabajar
a la vez en 75 proyectos en 24 países. Puede disfrazarse de
blanco, a lo Tom Wolfe, o extraer todo el talento de su maestro
Ettore Sottsass sin dejar de conmover el paisaje a su manera.
Karim Rashid se ha despedido del presente, de eso no cabe
duda. Ha vendido su colección de 27.000 discos, toda su ropa
negra, y vive en una casa que bien podría ser un escaparate. “Es
una caja perfecta, de 200m2, donde todo cambia continuamente:
los colores, los azulejos…” Desde allí imagina un mundo
reciclable, de plástico, donde las habitaciones ya no tendrán
esquinas. Provocador y estrella como pocos, anticipa el reinado
del consumo momentáneo y los objetos desechables. “Si pongo
un florero en mi casa, ya sé que está destinado a morir”. Una
entrevista de usar y tirar.

Usted ha dicho que un sacacorchos le fascina tanto o más
que un cuadro de Manet, ¿por qué? 
Diseñar y desarrollar un objeto hoy en día es mucho más
riguroso, complejo e intrigante que una pintura, y de hecho el
diseño es nuestra nueva forma de consumir arte. 

¿Utiliza los objetos que diseña?
Todos. Un 96% de las cosas de mi casa son mías. Hay gente que
odia esto, pero a mí me ayuda a ser crítico con mi trabajo.
Además, siempre he admirado a gente como Picasso, que hizo él
mismo todos los objetos de su castillo, hasta la última taza de
café. Todo menos un antiguo taxi de Londres que puso en medio
de su salón para tomar el té con su mujer todos los días a las
cuatro.

¿Por qué el plástico como materia predilecta? 
Por su poco peso, su durabilidad y maleabilidad. Diría que el
plástico ahora es parte de nuestra naturaleza. Es el curso
inevitable de nuestra existencia. Podemos sustituir un 70% de
nuestro cuerpo con piezas de plástico. Es un fenómeno increíble
y obviamente es nuestro destino. Es el supermaterial del siglo
XXI.

¿Por qué dice usted que el mundo está en un momento de
consumo irreversible y momentáneo en el que casi no da
valor a las cosas, un mundo de usar y tirar? 
Creo que podemos tener un mundo que sea 100% desechable,
donde no poseamos nada, sólo usemos las cosas para la
experiencia momentánea y después pasemos a otra cosa. Si sólo
podemos desarrollar un mundo que sea 100% cíclico,
perfectamente reciclable y sostenible, podremos tener
experiencias fenomenales, plenas y placenteras sin sentimiento
de culpa. Este es el mundo en el que algún día viviremos.

(Joyce. Marzo de 2009)