Para muchos es un creador genial, un modelo de estilo automovilístico a través de sus diseños en BMW. Para otros tan sólo un proscrito. A través de la página web Paren a Bangle, más de 14.000 personas han suplicado ya su despido a la marca alemana. Ama o desprecia su trabajo, Chris Bangle ni se inmuta. La vida es muy corta. ¿Su talento? Enorme. Hoy vemos a los diseñadores como los grandes creadores del siglo: mesas, aviones, lámparas. Todo pasa por sus manos. ¿No se siente usted restringido en su creatividad diseñando solamente coches? Si montas a caballo puedes sentirte limitado por no volar. Piensas quiero ser un pájaro, quiero volar. Y entonces te imaginas un caballo con alas. Pero también hay que aceptar que los caballos son hermosos simplemente como son, y si sientes una verdadera pasión por los caballos, cuidándolos, entrenándolos, entonces desaparecen las ansias de volar. El australiano Marc Newson dijo en una ocasión que el Z4 parecía “diseñado con un machete”. (Se ríe) Es un comentario interesante viniendo de un diseñador como él. Sin embargo no estoy del todo de acuerdo. Durante el siglo XX el modelo de coches se ha basado en varias estructuras fijas: coches como casas, coches como la quilla de los barcos, coches como locomotoras y por último, coches como neveras. La imagen de Marc Newson no es del todo correcta, ya que el Z4 escapa a todas esas estructuras. Parece diseñado por una fuerza aerodinámica. Como una bandera que se mueve con el viento, sin tratar de adquirir una forma determinada, fija…Como lanzar al aire un pañuelo de seda y congelar el momento…Es como una emoción. Resultaría imposible diseñarlo con un machete. ¿Cómo imagina usted los coches del futuro? Mi opinión importa poco. La pregunta es hasta donde tendrán permiso de evolucionar. El modelo de coches de hoy en día es un modelo maduro y muy muy eficiente. La cuestión es si en algún momento nuestras mentes serán lo suficientemente flexibles para integrar nuevas formas revolucionarias, algo que hoy en día es imposible. ¿Por qué? Porque esas nuevas formas no corresponden con el concepto de coche que tenemos en la mente. Mira a Ross Lovegrove. Él se imagina los coches como gotas de agua, y a mí me encantaría que así fuera. Pero si te haces la pregunta ¿qué es un coche?, la respuesta te niega ese tipo de modelos. El cambio depende tanto de los consumidores como de la industria y los diseñadores de coches, que son muy conservadores. Si les haces la pregunta a ellos la respuesta será idéntica: esto no es un coche. Yo sólo espero que algún día tendremos el valor para cambiarla. ¿No es ese el objetivo del diseño? ¿Cambiar las cosas? Por supuesto. Cambiar las cosas y hacer del mundo un lugar mejor. Durante mis estudios en 1980 conocí a un personaje inusual. Se había graduado en 1960 antes de trabajar en General Motors y cosechar un gran éxito durante 10 años. Pero luego se fue a un banco otros diez años, y allí fue vicepresidente, hasta que también lo dejó y volvió a la escuela de diseño. Decía que quería recuperar sus habilidades. Me encontré con él y le dije “¿por qué dejaste General Motors?¡Hacías un trabajo excepcional allí!”. Entonces él me miró y me dijo: “Mira Chris, en 1960, cuando me gradué, pensábamos que en 10 años los coches volarían, y los coches no vuelan”. Yo creo que este amigo mío representa a una generación extremadamente decepcionada con el positivismo futuro del mundo. Los modelos anteriores de coches tienen sentido, y la gente de hoy sigue sin querer coches que vuelen. La gente de hoy sigue queriendo, simplemente, neveras. (Man. Noviembre 2007)